OTRO AÑO MÁS...
Después de un silencio de más de tres meses hoy he decidido volver. Y lo he hecho por vosotros. Por todos los que me conocéis, ya sea de un mes o de toda la vida. No quería dejar pasar esta oportunidad, aprovechando el final del 2008, sin dedicaros unas palabritas, unos pensamientos.
Este año creo que ha sido uno de los más humanos de mis 22 añazos. He llegado a sentir muchas cosas, he “cambiado”, y sobre todo, he madurado.
Me he dado cuenta de que la vida pasa, y que si no la disfrutas, si no la sientes, si no la vives… se disuelve, pasa de largo, sin darte cuenta, y vidas (terrenas) no hay más que una. He aprendido a masticar los segundos, a exprimir las sensaciones, a disolver hándicaps… he aprendido a aprender de los nuevos, a disfrutar de los viejos… he aprendido…
He experimentado gratamente que aunque el cuerpo esté a millones de kilómetros, la esencia se queda en los lugares donde te quieren, donde les quieres.
He llorado manantiales por sentir cosas que no quiero sentir. Y es que el sentir se siente sin querer, sin saber, sin poder… y sin querer pensarlo lo piensas, y piensas que no quieres pensar no querer…
Los nuevos me habéis traído un sinfín de sensaciones y sentimientos. He aprendido mucho de vuestros planteamientos de la vida. Hice muy buenos amigos, geniales, de los que nunca se olvidan… Y aunque el mundo es grande y está lleno de gente mala, frustrante, peligrosa y dañina, en vosotros he visto la parte buena, enriquecedora, humana, sincera, sencilla, divertida, apasionante, cariñosa, loca… Este año me habéis hecho ver que somos tan diferentes y a la vez tan iguales…
Y a los viejos… que decirles… que les quiero tanto que no podría vivir sin ellos. Una frase tan vieja y tan sincera… que este año sin duda ha sido uno de los mejores de los últimos años. Hemos reído (muchísimo) y llorado juntos, hemos bebido hasta no poder más, hemos visto amanecer y anochecer, nos hemos sentido, besado y abrazado tanto… Y sobre todo nos hemos aceptado tal como somos, valorando los límites de cada uno, sus defectos y sus virtudes. Eso es lo mejor. Nos queremos sin más, con lo bueno y con lo malo. ¿Os he dicho alguna vez que me encantáis? Solo espero que todo lo que hemos pasado y hecho en este viejo 2008 no se quede aquí…y que sigan las fiestas!!!
Y mis niñas de la gran ciudad… que deciros… que aunque me veáis poco el pelo… os llevo siempre conmigo y que, aunque este sea nuestro último año en la facultad, espero no lo sea para nuestra amistad. Me lo he pasado genial con vosotras y me habéis enseñado muchas cosas. Gracias por haber estado siempre ahí. Yo lo estaré hasta cuando vosotras queráis, como si es una eternidad…
Y a todos, como dice un anuncio de televisión, que sin vosotros no soy nadie, pero con vosotros puedo hacerlo todo. No cambiéis nunca, porque yo os quiero tal y como sois.
Siempre vuestra
Verónica.
Este año creo que ha sido uno de los más humanos de mis 22 añazos. He llegado a sentir muchas cosas, he “cambiado”, y sobre todo, he madurado.
Me he dado cuenta de que la vida pasa, y que si no la disfrutas, si no la sientes, si no la vives… se disuelve, pasa de largo, sin darte cuenta, y vidas (terrenas) no hay más que una. He aprendido a masticar los segundos, a exprimir las sensaciones, a disolver hándicaps… he aprendido a aprender de los nuevos, a disfrutar de los viejos… he aprendido…
He experimentado gratamente que aunque el cuerpo esté a millones de kilómetros, la esencia se queda en los lugares donde te quieren, donde les quieres.
He llorado manantiales por sentir cosas que no quiero sentir. Y es que el sentir se siente sin querer, sin saber, sin poder… y sin querer pensarlo lo piensas, y piensas que no quieres pensar no querer…
Los nuevos me habéis traído un sinfín de sensaciones y sentimientos. He aprendido mucho de vuestros planteamientos de la vida. Hice muy buenos amigos, geniales, de los que nunca se olvidan… Y aunque el mundo es grande y está lleno de gente mala, frustrante, peligrosa y dañina, en vosotros he visto la parte buena, enriquecedora, humana, sincera, sencilla, divertida, apasionante, cariñosa, loca… Este año me habéis hecho ver que somos tan diferentes y a la vez tan iguales…
Y a los viejos… que decirles… que les quiero tanto que no podría vivir sin ellos. Una frase tan vieja y tan sincera… que este año sin duda ha sido uno de los mejores de los últimos años. Hemos reído (muchísimo) y llorado juntos, hemos bebido hasta no poder más, hemos visto amanecer y anochecer, nos hemos sentido, besado y abrazado tanto… Y sobre todo nos hemos aceptado tal como somos, valorando los límites de cada uno, sus defectos y sus virtudes. Eso es lo mejor. Nos queremos sin más, con lo bueno y con lo malo. ¿Os he dicho alguna vez que me encantáis? Solo espero que todo lo que hemos pasado y hecho en este viejo 2008 no se quede aquí…y que sigan las fiestas!!!
Y mis niñas de la gran ciudad… que deciros… que aunque me veáis poco el pelo… os llevo siempre conmigo y que, aunque este sea nuestro último año en la facultad, espero no lo sea para nuestra amistad. Me lo he pasado genial con vosotras y me habéis enseñado muchas cosas. Gracias por haber estado siempre ahí. Yo lo estaré hasta cuando vosotras queráis, como si es una eternidad…
Y a todos, como dice un anuncio de televisión, que sin vosotros no soy nadie, pero con vosotros puedo hacerlo todo. No cambiéis nunca, porque yo os quiero tal y como sois.
Siempre vuestra
Verónica.